jueves, 25 de agosto de 2011
El Sindrome de Burnout no es lo mismo que el SFC
El 'Burnout', también conocido como 'Síndrome del quemado' es un padecimiento que consiste en una respuesta prolongada de estrés en el organismo ante los factores estresantes que se presentan en el trabajo: incluye fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido. Un mal no reconocido oficialmente, pero sí oficiosamente como presente en el trabajo. En La Rioja, al parecer se le puede relacionar ampliamente con un ámbito muy concreto: el de las Residencias de Personas Mayores.
Un estudio del Gabinete de Atención Psicológica del sindicato FSP-UGT concluye que uno de cada tres trabajadores de residencias de ancianos en la región sufre hoy 'burnout' extremo. En palabras de José Blanco, responsable del citado gabinete de FSP-UGT, se juntan en ellos tres factores: «Alto grado de agotamiento mental, cinismo en el trato con las personas empleado como mecanismo de defensa y baja eficacia profesional». La gravedad de los datos va más allá: el estudio dice que el 85% de los trabajadores sufre 'burnout' en alguna de sus escalas.
Plantillas muy ajustadas
UGT cifra en algo más de un millar las personas que trabajan en el cuidado de ancianos en residencias hoy en La Rioja, la mayoría «auxiliares y con baja cualificación profesional». Ésta y otras causas como el conflicto de su rol profesional y lo ajustado de las plantillas acentúan el problema. El sindicato calcula que el ratio actual en este ámbito está en un trabajador por cada cuatro ancianos, «lo cual es excesivo», indica Blanco. El estudio, asimismo, no aprecia diferencia entre edades, pero sí la tendencia de que aquellos trabajadores con menos antigüedad sufren los síntomas de forma más acentuada. Asimismo, otra conclusión es que el 57,2% considera nociva para su bienestar profesional la carga mental que soportan, y el 58,2% ve nocivos sus niveles de autonomía temporal.
Las residencias de ancianos riojanas son mayoritariamente privadas, con subvención pública. Blanco recalca que la situación es «chocante y escandalosa», por el hecho de que estas personas trabajan además «con un colectivo sensible, como es el de los ancianos». El sindicato pide medidas como fomentar la formación, y sobre todo mejorar la organización de las plantillas, en número y competencias de cada trabajador; también la seguridad laboral, en un colectivo donde no falta la temporalidad
lunes, 15 de agosto de 2011
Afecta principalmente a mujeres síndrome de fatiga crónica
El jefe del Departamento Clínico de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No 171, del Instituto Mexicano del Seguro Social, precisó que generalmente los pacientes diagnosticados se encuentran en edad productiva, es decir de 20 a 45 años de edad.
Explicó que se trata de un padecimiento de causa desconocida a la fecha cuya principal característica es cansancio excesivo, presente durante tres meses consecutivos, como mínimo.
El cansancio extremo sin causa aparente es el principal síntoma de la fatiga crónica, que además puede acompañarse por dolor ganglionar, articular y de cabeza.
Indicó que se le conoce como la enfermedad de "los mil nombres" dado que sus manifestaciones frecuentemente son confundidas con las de otros padecimientos como depresión crónica u otras enfermedades debilitantes.
Godínez Morales señaló que los pacientes con este síndrome tienden a desarrollar obesidad lo que incrementa el riesgo de adquirir otras enfermedades concomitantes como diabetes e hipertensión.
El síndrome de fatiga crónica, dijo, es altamente incapacitante dado el extremo cansancio que presenta el paciente, generalmente repercute en sus actividades laborales y en sus relaciones interpersonales dado que se propicia un aislamiento social.
"Al sentirse no productivo el individuo puede desarrollar depresión e inclusive incurrir en tentativas suicidas", afirmó.
Por ser un cuadro complejo y confuso, los pacientes con síndrome de fatiga crónica generalmente no son diagnosticados como tal, por lo tanto las estadísticas de este padecimiento son pocas.
Lo anterior dijo, resulta más complejo dado que muchos pacientes con este síndrome suelen recurrir a la automedicación lo que retrasa y dificulta aún más su diagnóstico y contribuye a que la problemática se vuelva crónica.
Al automedicarse, dijo, los pacientes pueden acarrearse efectos secundarios, sobre todo si los fármacos que consumen contienen corticoides como ciertos desinflamatorios que además llegan a provocar problemas gástricos.
Comentó que estos pacientes pueden ser tratados multidisciplinariamente dado que en algunos casos requieren incluso de terapias de rehabilitación física. Además se les brinda atención psicológica para atender cuadros de depresión o ansiedad e, incluso, se les pueden administrar antidepresivos con supervisión médica.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)